Vaticina Cepal desafíos para región hacia nueva época
Escrito por Jorge Luna
lunes, 17 de agosto de 2009
17 de agosto de 2009, 15:35Por Jorge Luna
Escrito por Jorge Luna
lunes, 17 de agosto de 2009
17 de agosto de 2009, 15:35Por Jorge Luna
Prensa Latina
imagen: Cadena de radios
Santiago de Chile, 17 ago (PL) El futuro inmediato de América Latina y el Caribe, después de la crisis, estará lleno de desafíos para luego poder "trascender hacia una nueva época", afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.
La máxima autoridad de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) piensa que ese futuro "va a ser definitivamente muy distinto, con menor crecimiento, menor comercio, con proteccionismo, sobre todo de los países desarrollados. Vamos a pasar por una nueva normalidad".
Esta crisis -insiste durante una conversación con Prensa Latina- no nos va a llevar al principio del ciclo nuevamente. Va a ser una realidad diferente. Y, de ahí, tenemos que trascender hacia una nueva época.
Aunque reconoce impactos menores que en ocasiones anteriores, la profesional mexicana, con larga trayectoria en organismos de las Naciones Unidas, subrayó que la región "no ha sido, para nada, inmune" a los efectos de la turbulencia financiera global. Tras recordar, como ejemplos, que la región logró bajar la pobreza -pero no la desigualdad- y disminuir el desempleo, señaló que "ahora volvemos a entrar a tendencias de subida de desempleo".
Estamos entrando realmente a una época diferente y, por lo tanto, tenemos que replantearnos la forma cómo nuestra civilización ha procedido hasta ahora, apuntó Bárcena.
Lo interesante, subrayó, es ver con mucha claridad que el futuro va a ser muy distinto y vamos a tener que hacernos preguntas muy serias y severas respecto a los modelos que hemos seguido hasta la fecha.
La secretaria ejecutiva, con experiencia gubernamental en su país y en organizaciones no gubernamentales del medio ambiente, opinó que habrá grandes cambios en la forma de producir, de consumir, de usar energía y hasta de asociación.
Alertó además sobre la importancia de la integración en esta región: hay que reflexionar si quiere integrarse más allá del comercio, en una integración que pasa por otras áreas de cooperación que no son comercio.
De igual manera, la integración entre regiones, pues "hay una nueva geometría, con nuevos actores, como China, en el escenario mundial".
Luego de una larga reflexión, en la que pidió no confundir crecimiento con desarrollo, pues "lo que estamos buscando es desarrollo", Bárcena dejó abierta una pregunta sobre ¿cómo vamos a hacer esta transición hacia una sociedad de bienestar?
Graduada de la Universidad Nacional Autónoma de México y Harvard University, la titular de la CEPAL -organismo que asesora desde hace seis décadas el desarrollo económico de la región- insiste en la existencia de varias brechas pendientes de cerrar, a pesar de la bonanza de los últimos años.
Tras reseñar el impacto de la crisis en las personas, especialmente el desempleo, recordó que hay 180 millones de pobres en la región, lo cual pone en evidencia temas cruciales como la desigualdad, la productividad y la intensidad energética.
Más adelante, insistió en un elemento que define como el "ADN latinoamericano", la igualdad, y preguntó: ¿cómo nos hacemos cargo de esas brechas que tienen a la desigualdad como gran eje?
Es la hora de la igualdad, que es un acceso equitativo no sólo a bienes públicos, sino también parte por el tema de los derechos. O sea, ser iguales por derecho y no por tener los recursos para serlo, sostuvo.
Seguimos siendo el continente más desigual del mundo, nuestras poblaciones siguen trabajando en condiciones muy precarias o en el sector informal y, a pesar de los pesares, seguimos siendo la región de mayor intensidad energética por unidad de producto, sintetizó.
Si tenemos una sociedad poco productiva, la cual está siendo muy intensa en energía, pues la verdad es que nuestro futuro no será muy optimista como región, agregó Bárcena, como preocupación que va más allá de la coyuntura de la crisis.
Al mismo tiempo, alertó sobre las remesas y aportó un dato clave: el 2008, los trabajadores migrantes enviaron a la región 69 mil millones de dólares, aproximadamente la mitad de lo que recibió América Latina y el Caribe en Inversión Extranjera Directa (IED).
Quienes están sosteniendo la entrada de divisas en muchos países -aclaró- son los trabajadores migrantes.
Asimismo, postuló la necesidad de recuperar la planificación de largo plazo: "no podemos dejar que lo urgente desplace a lo importante. No podemos tomar accionas en los próximos dos o tres años sin mirar a un horizonte de 25 o 30 años".
Para el futuro de la región, Bárcena avizora una nueva relación entre el Estado, el mercado y el ciudadano, sobre lo cual la CEPAL ya desarrolla algunas hipótesis.
El Estado -dijo- está de vuelta como actor principal y no sólo en América Latina y el Caribe, sino también en el centro, donde se generó esta crisis, y donde, si no hubiera intervenido en Estados Unidos y en China se habría transformado, a lo mejor, en una depresión. "No es una depresión, pero estamos en una recesión", explicó.
Requerimos un Estado más fuerte, más dinámico, mucho más activo. Se acabó aquel tiempo en que el Estado debía reducirse, adelgazarse,., señaló Bárcena, pero aclaró que "la CEPAL de ninguna forma está planteando que el mercado no exista".
El mercado sigue siendo el mejor agente asignador de recursos con eficiencia, pero no puede definir los objetivos sociales. No lo hará nunca. No está diseñado para ello y allí el Estado es el que juega el papel central, subrayó.
Indicó, por ejemplo, que bienes públicos meritorios, como la salud, la educación y la vivienda, son bienes que corresponden otorgar al Estado. Ahora, el mercado puede jugar un papel en apoyar al Estado en esas políticas, acotó.
Para la máxima autoridad de la CEPAL, no es menor el papel de las personas, especialmente los más vulnerables. Al respecto, destacó: "estamos hablando de una nueva trilogía entre Estado, mercado y ciudadano. No podemos dejar al ciudadano afuera".
ocs/jl
imagen: Cadena de radios
Santiago de Chile, 17 ago (PL) El futuro inmediato de América Latina y el Caribe, después de la crisis, estará lleno de desafíos para luego poder "trascender hacia una nueva época", afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.
La máxima autoridad de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) piensa que ese futuro "va a ser definitivamente muy distinto, con menor crecimiento, menor comercio, con proteccionismo, sobre todo de los países desarrollados. Vamos a pasar por una nueva normalidad".
Esta crisis -insiste durante una conversación con Prensa Latina- no nos va a llevar al principio del ciclo nuevamente. Va a ser una realidad diferente. Y, de ahí, tenemos que trascender hacia una nueva época.
Aunque reconoce impactos menores que en ocasiones anteriores, la profesional mexicana, con larga trayectoria en organismos de las Naciones Unidas, subrayó que la región "no ha sido, para nada, inmune" a los efectos de la turbulencia financiera global. Tras recordar, como ejemplos, que la región logró bajar la pobreza -pero no la desigualdad- y disminuir el desempleo, señaló que "ahora volvemos a entrar a tendencias de subida de desempleo".
Estamos entrando realmente a una época diferente y, por lo tanto, tenemos que replantearnos la forma cómo nuestra civilización ha procedido hasta ahora, apuntó Bárcena.
Lo interesante, subrayó, es ver con mucha claridad que el futuro va a ser muy distinto y vamos a tener que hacernos preguntas muy serias y severas respecto a los modelos que hemos seguido hasta la fecha.
La secretaria ejecutiva, con experiencia gubernamental en su país y en organizaciones no gubernamentales del medio ambiente, opinó que habrá grandes cambios en la forma de producir, de consumir, de usar energía y hasta de asociación.
Alertó además sobre la importancia de la integración en esta región: hay que reflexionar si quiere integrarse más allá del comercio, en una integración que pasa por otras áreas de cooperación que no son comercio.
De igual manera, la integración entre regiones, pues "hay una nueva geometría, con nuevos actores, como China, en el escenario mundial".
Luego de una larga reflexión, en la que pidió no confundir crecimiento con desarrollo, pues "lo que estamos buscando es desarrollo", Bárcena dejó abierta una pregunta sobre ¿cómo vamos a hacer esta transición hacia una sociedad de bienestar?
Graduada de la Universidad Nacional Autónoma de México y Harvard University, la titular de la CEPAL -organismo que asesora desde hace seis décadas el desarrollo económico de la región- insiste en la existencia de varias brechas pendientes de cerrar, a pesar de la bonanza de los últimos años.
Tras reseñar el impacto de la crisis en las personas, especialmente el desempleo, recordó que hay 180 millones de pobres en la región, lo cual pone en evidencia temas cruciales como la desigualdad, la productividad y la intensidad energética.
Más adelante, insistió en un elemento que define como el "ADN latinoamericano", la igualdad, y preguntó: ¿cómo nos hacemos cargo de esas brechas que tienen a la desigualdad como gran eje?
Es la hora de la igualdad, que es un acceso equitativo no sólo a bienes públicos, sino también parte por el tema de los derechos. O sea, ser iguales por derecho y no por tener los recursos para serlo, sostuvo.
Seguimos siendo el continente más desigual del mundo, nuestras poblaciones siguen trabajando en condiciones muy precarias o en el sector informal y, a pesar de los pesares, seguimos siendo la región de mayor intensidad energética por unidad de producto, sintetizó.
Si tenemos una sociedad poco productiva, la cual está siendo muy intensa en energía, pues la verdad es que nuestro futuro no será muy optimista como región, agregó Bárcena, como preocupación que va más allá de la coyuntura de la crisis.
Al mismo tiempo, alertó sobre las remesas y aportó un dato clave: el 2008, los trabajadores migrantes enviaron a la región 69 mil millones de dólares, aproximadamente la mitad de lo que recibió América Latina y el Caribe en Inversión Extranjera Directa (IED).
Quienes están sosteniendo la entrada de divisas en muchos países -aclaró- son los trabajadores migrantes.
Asimismo, postuló la necesidad de recuperar la planificación de largo plazo: "no podemos dejar que lo urgente desplace a lo importante. No podemos tomar accionas en los próximos dos o tres años sin mirar a un horizonte de 25 o 30 años".
Para el futuro de la región, Bárcena avizora una nueva relación entre el Estado, el mercado y el ciudadano, sobre lo cual la CEPAL ya desarrolla algunas hipótesis.
El Estado -dijo- está de vuelta como actor principal y no sólo en América Latina y el Caribe, sino también en el centro, donde se generó esta crisis, y donde, si no hubiera intervenido en Estados Unidos y en China se habría transformado, a lo mejor, en una depresión. "No es una depresión, pero estamos en una recesión", explicó.
Requerimos un Estado más fuerte, más dinámico, mucho más activo. Se acabó aquel tiempo en que el Estado debía reducirse, adelgazarse,., señaló Bárcena, pero aclaró que "la CEPAL de ninguna forma está planteando que el mercado no exista".
El mercado sigue siendo el mejor agente asignador de recursos con eficiencia, pero no puede definir los objetivos sociales. No lo hará nunca. No está diseñado para ello y allí el Estado es el que juega el papel central, subrayó.
Indicó, por ejemplo, que bienes públicos meritorios, como la salud, la educación y la vivienda, son bienes que corresponden otorgar al Estado. Ahora, el mercado puede jugar un papel en apoyar al Estado en esas políticas, acotó.
Para la máxima autoridad de la CEPAL, no es menor el papel de las personas, especialmente los más vulnerables. Al respecto, destacó: "estamos hablando de una nueva trilogía entre Estado, mercado y ciudadano. No podemos dejar al ciudadano afuera".
ocs/jl
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